 
						28 Oct Reflexión sobre el comportamiento de Vinícius en el Clásico
Lo sucedido el domingo en el Clásico deja una imagen preocupante del jugador Vinícius Júnior. Su reacción al ser sustituido no fue solo un gesto de frustración, fue una falta de respeto a todo lo que representa el Real Madrid.
Falta de respeto al club y al escudo que defiendes, una institución con más de cien años de historia, construida con sacrificio, humildad y grandeza por quienes entendieron el significado de vestir esa camiseta.
Falta de respeto al entrenador, que ha demostrado su valía en todos los equipos en los que ha trabajado, que conoce la casa, ha defendido su camiseta y acaba de iniciar un nuevo proyecto que merece el apoyo incondicional de todos sus futbolistas. Su liderazgo se basa en el trabajo, la exigencia y el respeto, y lo mínimo que se espera de sus jugadores es exactamente eso: respeto.
Falta de respeto a tus compañeros, especialmente a quienes compiten contigo cada día. ¿Te has preguntado qué sintió Rodrygo al ver tu actitud? ¿O lo que pasa por la cabeza de Endrick, un chico que espera su oportunidad en silencio y que, cada vez que las cámaras muestran su rostro en el banquillo, refleja tristeza y pena por los pocos minutos que está teniendo?
Falta de respeto a la afición, la que paga su entrada, la que sigue al equipo en las buenas y en las malas, la que quiere ver compromiso, entrega y humildad, no desplantes ni gestos de soberbia.
Y, sobre todo, falta de respeto a los miles de niños que te admiran y sueñan con ser como tú algún día. ¿Qué ejemplo les estás dando con tu comportamiento?
Durante todo este tiempo en el club, te lo han permitido todo. Desde la dirección, desde el banquillo, te han mimado en exceso. Pero el exceso de protección no educa: distorsiona la realidad. Te ha hecho creer que puedes comportarte como quieras, que tus gestos no tienen consecuencias. Y hoy generas antipatía y rechazo en casi todos los estadios de España.
Tu actitud reciente demuestra que no recibir el Balón de Oro fue justo. El talento es un requisito, pero el respeto, la madurez y la coherencia también cuentan. No basta con brillar en el campo; hay que saber comportarse dentro y fuera de él.
Y en esa misma línea, el presidente también se equivocó al no estar presente en la ceremonia. Un club como el Real Madrid debe dar ejemplo de respeto institucional, incluso cuando no se gana. La grandeza también se demuestra sabiendo perder.
El madridismo se cansa. No de tu talento —que es indiscutible—, sino de tu actitud. Tal vez ha llegado el momento de reconocer que no representas los valores del club. Porque el talento sin humildad, sin respeto y sin compromiso, no sirve para construir una leyenda.

|  | Autor: Director AFA | Artículos | 
| Autor de la metodología para fútbol BCNwinMethod. Completó las carreras universitarias de Magisterio y Educación Física (INEF). Es catedrático de instituto, profesor universitario y entrenador UEFA-Pro. | 
 
 			  
 
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